Un poco de historia.
Casa Vieira de Castro posa a media altura en el extremo suroccidental de una colina que domina la ciudad de Vila Nova de Famalicao en Portugal. Anteriormente pretende ser un sanatorio, el sitio ha sido adquirida por un empresario local, quien encargó al arquitecto Álvaro Siza en su desarrollo. El sitio se compone actualmente de la casa de un cuidador, una casa de dos plantas y una piscina con una terraza con jardín. Recordando la quinta tradicional, la Casa Vieira de Castro ala completa de la identidad personal y regional, un diseño arquitectónico que es verdaderamente marca Siza.
Diseño de una casa en el norte de Portugal hace uso de Groundworks existentes en un sitio que domina la ciudad local.
Casa Vieira de Castro, por Alvaro Siza Arquitecto, está en el extremo suroeste de una terraza construida a mitad de camino por la ladera de una colina escarpada. Tiene vistas a la ciudad industrial de Vila Nova de Famalicao en el norte de Portugal, que se encuentra a unos 18 kilometros al sur-oeste de Braga y tiene una historia de la relojería. El terreno es rocoso y con una precipitación relativamente alta en esta parte del país, verde con pinos y robles. Desde este punto de vista hay vistas al sur sobre un inmenso paisaje, a la inversa desde el valle, la casa se puede ver desde muy lejos, una forma abstracta grabado en blanco y fuerte contra el bosque.
El sitio, con una casa antigua en el extremo norte-oriental, había sido destinado a un sanatorio. Cuando adquirido por el cliente, que es un industrial local, sólo contenía las bases y zócalo del sanatorio sin construir y de un amplio tramo de escalones de piedra de poca profundidad.
El desarrollo del sitio se dividía en tres fases. La primera tarea era restaurar el viejo edificio, y convertirlo en casa de un cuidador. La segunda fase prevista una casa de dos pisos para el cliente, construido sobre el zócalo existente. El tercero, aún queda por hacer, consiste en la construcción de una piscina y la creación de un jardín con terrazas de tierra despejada de bosque. entrada formal a la finca es desde el este, donde se pasa la casa del cuidador antes de subir los escalones. el acceso de servicio y garaje está en el poniente.
En general los portugueses tienen un fuerte sentido de su propia cultura. Para Siza la casa es un repositorio de la identidad personal y regional, y el bastión contra las fuerzas que tratan de hacer que el mundo sea más uniforme e impersonal. (1) Aunque redactado en forma de resumen, la arquitectura de esta casa, como otras obras de Siza, reconoce tradición. La dignidad esencial de la construcción, que se derivan de la proporción, composición y volumetría de sus partes, y la forma en que está visiblemente separadas en la ladera, con una vista imponente de la ciudad, recuerda la quinta tradicional.
Pero es la naturaleza física del lugar con su perspectiva estupenda, que es claramente el centro del diseño. La parte trasera de la casa da a la cinta protectora de los árboles mientras que el sur es facetas y en cada ocasión el interior está abierto al paisaje.
Vista desde el oeste, la secuencia de pasos, y los volúmenes de corte parecen estar tallados en un único sólido. Esto es en parte debido a la altura constante de la construcción y de manera uniforme las paredes blancas, y en parte porque las aberturas son relativamente modestos - como lo son en las casas tradicionales portugueses. Así planos blancos dominan. Aborda desde el este, donde los recortes son más grandes y volúmenes intercalados, la casa tiene un aspecto menos sólido. Las proyecciones y los huecos del plan en los niveles superior e inferior han producido un fragmento de una columnata en la planta baja y primer piso como terrazas Eyries.
Dentro del sobre cinética, el interior es convencional y muy cómodamente convenir con la vivienda en la planta baja y cuatro dormitorios arriba. Cada uno de estos tiene un baño y le da a una terraza. Siza se encuentra en el proceso de diseño de los muebles por toda la casa.
Cuanto más lejos llegue de la influencia moderadora del Atlántico, más graves son los inviernos, y chimeneas son tradicionalmente comunes en la región. En la planta baja, la forma masiva de una chimenea, generosamente de mármol blanco y un elemento arquitectónico en sí mismo, crea una separación entre el hall de doble altura y comedor. y entre sala y sala de estar (de lo contrario simplemente los espacios fluyen de una a otra).
El salón, que parece un barco de la luz, se extiende hacia el este de la chimenea hacia la piscina. Se ilumina en toda su longitud considerable orientada hacia el sur por una estrecha franja de ventanas correderas, la luz difundida por el sur parte, de la columnata. En el extremo oriental, grandes paneles de vidrio, fijada en un ligero ángulo a la piscina, le permiten ver a lo largo de la terraza.
Acabados y materiales son espartanas: paredes blancas flotan sobre relucientes pisos de roble, con mármol portugués pálida se utiliza para baño y pisos de la cocina y en las paredes. Internamente, las puertas y marcos de ventanas, de diseño simple, son de madera; externamente aperturas se enmarcan en metal pintado o madera con puerta y ventana del CILSS en mármol. Pero la manera en que la luz y la sombra se han tratado como un componente casi tangible de la arquitectura se transforma mera austeridad, dando borde y la superficie a la forma, y imbuir a esta casa con un sentido de la iluminación espiritual.
Diseño de una casa en el norte de Portugal hace uso de Groundworks existentes en un sitio que domina la ciudad local.
Casa Vieira de Castro, por Alvaro Siza Arquitecto, está en el extremo suroeste de una terraza construida a mitad de camino por la ladera de una colina escarpada. Tiene vistas a la ciudad industrial de Vila Nova de Famalicao en el norte de Portugal, que se encuentra a unos 18 kilometros al sur-oeste de Braga y tiene una historia de la relojería. El terreno es rocoso y con una precipitación relativamente alta en esta parte del país, verde con pinos y robles. Desde este punto de vista hay vistas al sur sobre un inmenso paisaje, a la inversa desde el valle, la casa se puede ver desde muy lejos, una forma abstracta grabado en blanco y fuerte contra el bosque.
El sitio, con una casa antigua en el extremo norte-oriental, había sido destinado a un sanatorio. Cuando adquirido por el cliente, que es un industrial local, sólo contenía las bases y zócalo del sanatorio sin construir y de un amplio tramo de escalones de piedra de poca profundidad.
El desarrollo del sitio se dividía en tres fases. La primera tarea era restaurar el viejo edificio, y convertirlo en casa de un cuidador. La segunda fase prevista una casa de dos pisos para el cliente, construido sobre el zócalo existente. El tercero, aún queda por hacer, consiste en la construcción de una piscina y la creación de un jardín con terrazas de tierra despejada de bosque. entrada formal a la finca es desde el este, donde se pasa la casa del cuidador antes de subir los escalones. el acceso de servicio y garaje está en el poniente.
En general los portugueses tienen un fuerte sentido de su propia cultura. Para Siza la casa es un repositorio de la identidad personal y regional, y el bastión contra las fuerzas que tratan de hacer que el mundo sea más uniforme e impersonal. (1) Aunque redactado en forma de resumen, la arquitectura de esta casa, como otras obras de Siza, reconoce tradición. La dignidad esencial de la construcción, que se derivan de la proporción, composición y volumetría de sus partes, y la forma en que está visiblemente separadas en la ladera, con una vista imponente de la ciudad, recuerda la quinta tradicional.
Pero es la naturaleza física del lugar con su perspectiva estupenda, que es claramente el centro del diseño. La parte trasera de la casa da a la cinta protectora de los árboles mientras que el sur es facetas y en cada ocasión el interior está abierto al paisaje.
Vista desde el oeste, la secuencia de pasos, y los volúmenes de corte parecen estar tallados en un único sólido. Esto es en parte debido a la altura constante de la construcción y de manera uniforme las paredes blancas, y en parte porque las aberturas son relativamente modestos - como lo son en las casas tradicionales portugueses. Así planos blancos dominan. Aborda desde el este, donde los recortes son más grandes y volúmenes intercalados, la casa tiene un aspecto menos sólido. Las proyecciones y los huecos del plan en los niveles superior e inferior han producido un fragmento de una columnata en la planta baja y primer piso como terrazas Eyries.
Dentro del sobre cinética, el interior es convencional y muy cómodamente convenir con la vivienda en la planta baja y cuatro dormitorios arriba. Cada uno de estos tiene un baño y le da a una terraza. Siza se encuentra en el proceso de diseño de los muebles por toda la casa.
Cuanto más lejos llegue de la influencia moderadora del Atlántico, más graves son los inviernos, y chimeneas son tradicionalmente comunes en la región. En la planta baja, la forma masiva de una chimenea, generosamente de mármol blanco y un elemento arquitectónico en sí mismo, crea una separación entre el hall de doble altura y comedor. y entre sala y sala de estar (de lo contrario simplemente los espacios fluyen de una a otra).
El salón, que parece un barco de la luz, se extiende hacia el este de la chimenea hacia la piscina. Se ilumina en toda su longitud considerable orientada hacia el sur por una estrecha franja de ventanas correderas, la luz difundida por el sur parte, de la columnata. En el extremo oriental, grandes paneles de vidrio, fijada en un ligero ángulo a la piscina, le permiten ver a lo largo de la terraza.
Acabados y materiales son espartanas: paredes blancas flotan sobre relucientes pisos de roble, con mármol portugués pálida se utiliza para baño y pisos de la cocina y en las paredes. Internamente, las puertas y marcos de ventanas, de diseño simple, son de madera; externamente aperturas se enmarcan en metal pintado o madera con puerta y ventana del CILSS en mármol. Pero la manera en que la luz y la sombra se han tratado como un componente casi tangible de la arquitectura se transforma mera austeridad, dando borde y la superficie a la forma, y imbuir a esta casa con un sentido de la iluminación espiritual.
Fuente: alvarosizavieira . com
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